Alma vieja. Cuerpo Jóven. (1era. parte)
Hay días, muy a menudo, mucho más de lo normal,
tanto como para ya terminar aceptándolo; en los que siento que soy la
reencarnación de un alma antigua, de otra época y otro tiempo. La serenidad
sencilla de mi yo antiguo, luchando y sobreviviendo a la vorágine de mi yo
contemporáneo. Una sensación de no pertenencia. La noción de estar prestado en
este tiempo. Recuerdos de momentos no vividos, al menos no por esta carne y sin
cabida a dèja vú alguno. En esos días, como hoy, dejo que mi reencarnación, la
de ese pasado cronológicamente impreciso, pero absoluto; salga y tome el
control y su manera, es la música.
Daniel
González.
Ccs,
22 de agosto de 2016.
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