Hay varias teorías sobre el propósito de esas pinturas. Un
rasgo natural de la caverna pudo haber sugerido la silueta de un animal a un
observador prehistórico, que después hizo algunos añadidos para transmitir esa
imagen a otras personas. Dado que muchas de estas obras están en lugares
inaccesibles de la cueva, pudieron tal vez usarse en rituales mágicos.
Posiblemente aquellas gentes creían que dibujar animales, sobre todo si se
hacía con mucha precisión, permitiría ejercer el control sobre esas bestias o
traerlas hacia su territorio en tiempos de escasez.
Los animales están esbozados o silueteados, y se muestran a
me-nudo en lo que se conoce como perspectiva retorcida, es decir, con sus
cabezas de perfil pero sus cuernos mirando al frente. Muchas de estas imágenes
incluyen puntos, pautas lineales y otros elementos de diseño que pueden tener
un significado simbólico.
La sala más espléndida de esta caverna, bautizada como la
Sala de los Toros, cuenta con un relato artístico: de izquierda a derecha, las
imágenes representan la caza y captura de una manada de bisontes.
La cueva se abrió al público en cuanto las pinturas fueron
examinadas y catalogadas como originarias del Paleolítico, allá por 1948. Sin
embargo, siete años después se comprobó que la afluencia de hasta 1200
visitantes al día estaba dañando las imágenes. Pese a que se tomaron medidas
para protegerlas, la cueva se cerró definitivamente en 1963. Eso sí, para
satisfacer la demanda del público, en 1983 se construyó una réplica a escala
real a tan sólo 200 metros de la caverna original.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.Los artistas rupestres cuidaban mucho ¡a perspectiva
visual: pintaban las figuras en lo alto del muro de forma que no apareciesen
distorsionadas para el espectador.
2.La única figura humana de la cueva está representada en la
llamada Escena del Pozo. El hecho de que esté dibujada de una forma más tosca
que las imágenes de animales sugiere que no le atribuían poderes mágicos.
365 Días para ser más culto.
David S.
Kidder y Noah D. Oppenheim